El origen de nuestra identidad

Si hay algo singular en el español es precisamente esa letra extraña que no existe en ningún otro idioma: nuestra Ñ.

El sonido no es un sonido único, pues en bastantes idiomas existe: en portugués es nh, en francés gn, en otros muchos es ny, etc. pero ningún idioma ha adoptado una letra propia para ese sonido.

Siempre me llamó la atención cuál sería el origen de la letra, pues es verdaderamente singular y un día, viendo una tumba en una iglesia en Burgos (escrita en castellano antiguo, utilizando múltiples abreviaturas para ahorrar espacio) vi un escrito que dio la pista de su origen. En este escrito había una palabra que tenía el fonema “an” y lo escribía como una a con una n pequeñita arriba. Igualmente había un gn (ignorar) y lo escribía como una g con una n pequeñita encima. Y pensé: ¿la ñ no será una n con una n pequeñita encima?

Efectivamente, el origen de esta letra es la duplicación de la n, porque en la grafía medieval se representaba la n detrás de una letra arriba en pequeñito. La única que ha conservado esta grafía propia ha sido la duplicación más común: la doble n, que existía en multitud de palabras latinas (annus, Hispannia). Poco a poco se impuso y ya estaba contemplada por Antonio de Nebrija en sus reglas ortográficas, hasta hoy.

Posteriormente hay palabras que han tenido la grafía de la doble n, pero la han mantenido, sin derivar a la ñ, como “innovación”, que hubiera sido “iñovación” si hubiera existido en la edad media. La verdad es que hasta suena parecido.

Incluso ha habido idiomas que la han adoptado como suya (gallego, euskera, filipino), para representar el mismo sonido.

Como no podía ser de otra manera, nuestra identidad mayor proviene de los monjes medievales dispuestos a economizar espacio a toda costa…

2 Thoughts to “El origen de nuestra identidad”

  1. Anónimo

    Curioso, muy curioso

  2. …pero tela de curioso, a ver si espabilan y le cambian el nombre Consejería de Iñovación, como mola!!!!

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