Un lugar para perderse… o no.

Cuando a alguien le pregunta cual es el lugar más remoto del mundo, la respuesta casi por inercia es la Isla de Pascua, en el Pacífico.

La verdad es que está lejos de todo el mundo, pero no es del todo cierto. El lugar más remoto del mundo es una pequeña isla, que utilizaré como tema del día.

La isla se llama Bouvet y se encuentra en mitad de ninguna parte, justo cuando el Océano Glaciar Antártico deja de ser tal y comienza a ser Océano Atlántico.

La isla (islote más bien) tiene 49 Km2 (el doble que Ceuta más o menos) y tiene la población más cercana a 2.000 Km (como de Algeciras a París), que es Ciudad del Cabo.

Cuando se descubrió, el 1 de enero de 1739, por Mr. Bouvet, no la localizó correctamente y expediciones posteriores no dieron con ella. Puede ser el origen de algunas leyendas de islas fantasmas.

Fue redescubierta en 1808 por un ballenero, pero no hubo desembarco en la isla hasta 1822 en el que Benjamin Morrell desembarcó para coger algunas focas.

Como curiosidad, decir que la isla pertenece a Noruega (justo en el extremo opuesto del mundo) y que fue el último lugar de la tierra del que se hizo posesión (incluso después que los polos), pues su toma de posesión efectiva tuvo lugar en 1930.

No vive un alma porque el 99% de su superficie está helada y con glaciares que impiden ningún asentamiento en ella y únicamente hay en ella un observatorio atmosférico.

Un lugar idílico donde pasar las vacaciones…

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